Despertador a la misma hora que todos los días, duchas,
maletas y a las 9 estábamos desayunando; hicimos el check-out y acordamos dejar
la casa a las 10, nos indicaron que dejáramos la llave en la mesa.
Salimos hacia la estación, para coger el tren de
las 10’26 pero cuando estábamos comprando el billete (4’90 €), nos indicaron
que el tren a Bari estaba allí; para no variar el anterior iba con retraso,
pero esta vez nos vino muy bien. La ventaja de estas estaciones tan pequeñas,
es que cruzas por encima de las vías y además el que estaba en la puerta con el
que vendía los billetes nos indicó que era el de la vía 2, que fuéramos, que
nos esperaba.
Bonito paisaje que nos acompañó durante buena parte
del trayecto en tren.
Llegamos a Bari sobre las 12 y tal como habíamos acordado durante de día anterior, nos estaban esperando en House of Music, nos enseñaron el piso y nos dijeron que podíamos dejar las
maletas, pero que tardarían media hora en acabar de limpiar, aunque a nosotros nos
bastaba con dejarlas; como ya hicimos el check-in y ya teníamos las llaves, le dijimos que no teníamos ninguna prisa, que nosotros nos íbamos a conocer la
ciudad.
Nuestro nuevo pisito estaba a un par de minutos de
la estación de trenes, elegimos esta situación, porque teníamos previsto hacer
un par de excursiones en tren por lo menos.
Cogimos dirección al centro histórico, son 10
minutos paseando por calles comerciales, el centro se conoce como BARI VECCHIA.
Llegamos a PIAZZA MERCANTILE, que fue el antiguo
centro comercial de la ciudad, en esta plaza se encuentra la Colonna della Giustizia,
llamada también la "colona infame" que era la picota de la ciudad,
donde los deudores eran encadenados y expuestos al público.
En esta plaza se encuentra el PALAZZO DEL SEDILE, construido
en el siglo XVI, fue la sede del Consiglio dei Nobili e del Primari; que sería
el equivalente al actual consejo municipal.
Callejeamos un rato, suficiente para ver que es un
sitio en el que viven con una familiaridad y una tranquilidad, que te hace
pensar que deben de vivir bien. Las puertas de las cocinas (dan a la calle) están
abiertas, tan solo tienen una cortinilla, la gente vocea de balcón a balcón,
salen en bata a casa de la vecina; vamos como si fuera un pueblecillo tranquilo.
Incluso hay mujeres que salen a calle a elaborar sus tradicionales orecchiette, que dejan secando en la puerta
de su casa. Lo mejor es olvidarse del plano y callejear sin rumbo.
En esas mesas, están las orecchiette secándose |
Chiesa di San Marco dei Veneziani |
Chiesa di San Marco dei Veneziani |
Para comer elegimos, Mastro Ciccio, unos bocadillos muy originales porque parecen
una concha, pedimos un Meste que era de
jamón, queso y tomate, y un Lu Mare
que era de pulpo; junto con las cervezas y unas patatas fritas, nos costó 13’20
€. Buenísimos los dos, seguro que volveríamos más días.
Después de comer visitamos CASTELLO NORMANNO SVEVO,
construido por los normandos a principios del siglo XII y destruido a los pocos
años, fue reconstruido un siglo después, posteriormente ha tenido numerosas reconstrucciones
a lo largo de diferentes épocas; es una de las fortificaciones más interesantes
de la región, especialmente gracias a su posición estratégica. Hoy el castillo
está rodeado por el antiguo foso, que corre a lo largo de tres lados, a
excepción del norte que da al mar.
La época en la que se construyó el castillo, hace
que sea todo muy sobrio y sencillo, su visita sin que este mal, es
prescindible; nos quedamos con ganas de que hubiera vistas desde alguna
terraza, pero no se sube a ese nivel. Horario: 8’30 a 7’30, martes cerrado. Precio:
3 €. Nos llamó la atención el vigilante de una sala, viendo con su móvil una
serie a todo volumen, alucinante.
Luego BASILICA DI SAN NICOLA construida entre
finales del siglo XI y finales del siglo XII, es una de las obras maestras del
estilo románico pugliese, en su interior hay un precioso techo de madera
dorada, que contrasta con la sobria decoración interior; su fundación se debe
al robo de las reliquias de San Nicolás en el santuario de Myra (actualmente Turquía),
cuando fue tomada por los sarracenos, aprovecharon para trasladar las reliquias
del santo, a un sitio más acogedor. Es un importante lugar de peregrinación de
italianos y ortodoxos de Europa Oriental. Horario de lunes a sábado: 7 a 20’30.
Horario domingo: 7 a 22 horas. Entrada gratuita.
Después BASILICA CATTEDRALE DI SAN SABINO, fue construida
entre finales del siglo XII y finales del siglo XIII, sobre los restos de una
antigua catedral de estilo bizantino del siglo XI, también en estilo románico
pugliese, su diseño está inspirado en la Basilica di San Nicola; el edificio ha
sufrido diversas reformas en diferentes estilos, por ejemplo, la cripta se
reconstruyó en estilo barroco. Horario: 8’30 a 7. Entrada gratuita.
Tanto la Iglesia de San Nicolás, como la Catedral
de San Sabino, nos han gustado mucho, al ser de estilo románico, contrastan con
todas las iglesias barrocas que hemos visto estos días anteriores. Aunque su
horario oficial indica que no cierran a mediodía, nosotros la Catedral por
ejemplo nos la encontramos cerrada.
Luego encontramos la Oficina de Turismo y aprovechamos
para preguntar cómo ir a Matera, por si nos apetecía alguno de estos días;
porque aunque el pueblo tenía buena pinta, desde casa lo habíamos descartado
porque no sabíamos cómo llegar en transporte público.
Teníamos intención de dar un buen paseo por LUNGOMARE,
pero tuvimos que dejarlo en un corto paseo, porque hacía mucho viento.
Ya iba siendo hora de ir hacia nuestro pisito a
instalarnos; pero antes de subir aprovechamos para comprar algunas cosas (leche,
zumo, refrescos, agua, y alguna cosa para desayunar). Luego deshicimos maletas
y nos instalamos, descansamos un rato y sobre las 8’30 salimos a cenar.
Decidimos ir a la otra parte de las vías del tren (se
cruza por bajo de las vías), la primera opción que teníamos pensada era,
Paoletti Norcineria Tosco Pugliese, pero entre que era un sitio con pocas mesas
y era viernes, no tenían ninguna libre.
A pocos minutos y con la ayuda del Google Maps (si no hubiera sido bastante más complicado) llegamos a nuestra segunda opción, Factory Pub, un bar que no tenía ni cartel en la puerta, si no es porque
el Google Maps nos dijo que habíamos llegado, ni lo vemos, llegamos a dudar,
pero el cartelito de Tripadvisor nos sacó de dudas; y tuvimos mesa de milagro.
Pedimos unas patatas al horno para compartir que estaban riquísimas, Alfredo
una hamburguesa que estaba muy rica, pero yo no acerté tanto, porque creía que
estaba pidiendo un crep y sí que fue un crep, pero en una cazuela de barro,
junto con las cervezas nos costó 30’50 €.
Paseíto al hotel, volvimos a cruzar por bajo de las
vías del tren (creo que el paso está abierto hasta medianoche), un poco de
televisión y a dormir. Al final el día había estado bien, porque aunque había
previsión de lluvia, al final no nos había llovido y por lo menos ya habíamos visto
un poco Bari.
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